sábado, 12 de diciembre de 2009

Otro Más

Y uno vuelve y se va, sueña, ríe y vuelve a soñar como también saluda y despide. Año de encuentros y desencuentros, partidas y llegadas, risas pero claro, detrás siempre vienen las lagrimas.
Lagrimas, gotas de agua que sobran en nuestro cuerpo y como las gotas que llenan el vaso y nos hacen ver que cada vez estamos llegando al límite de las cosas. Causa por la cual la otra persona nos ve y sabe que algo nos pasa.
Las Lágrimas, compañera fiel de las noches de recuerdo siempre nos invita a pasear de la mano con la nostalgia, así nos lleva hasta los recuerdos más olvidados y nos da un empujón para seguir en el camino y seguir siendo fuertes ante todo y así soportar cada golpe de la vida misma con más naturalidad.
Golpes que uno nunca se acostumbra a enfrentar y sobre todo a superar y salir. Siempre nos quedamos con la frase y ¿Por qué a mi? Sin pensar quizás que en mí esta la salida y solo dependo de querer estar mejor.
Mejor es lo que uno anhela para un futuro. Un futuro que se vive proyectando pero que no sabemos donde, como sé cuando estoy en mi futuro? Mañana ya es futuro, tenes que estudiar para un futuro, ahorra para un futuro, todo para después… se pasa la vida pensando en un futuro como si fuera que esta lejos y sin tener en cuenta que mañana cuando nos levantamos ya estamos viviendo el futuro de ayer.
Ayer, palabra que duele. Que atormenta y que no nos deja ser libres por completo. El pasado aparece constantemente en nuestros días… no podemos dejar de pensar en esa amistad que se rompió, en ese amor que no sabemos como se nos escapo, en esas experiencias que uno en su momento creyó correcta y con el tiempo se dio cuenta que no es así. Todo pareciera que se centra en un ayer, en un conjunto de promesas, de ilusiones, sueños y proyectos y cuando esto no se cumple el ayer es el culpable. Porque fue ahí donde se hicieron los pactos, las promesas y donde se juraron que todo es para siempre pase lo que pase.
Si bien, nunca me gusto utilizar la palabra siempre debo admitir que cada día me convenzo más que nada es para siempre. Y quizás sin querer te lastime, sin darme cuenta que yo también juré jamases y prometí muchos para siempre hoy por eso me siento desiolucionada hasta del mínimo detalle que conseguí a tu lado. Ayer ponía las manos en el fuego por mis ideas, mis convicciones y mis metas, hoy no. Hoy no se donde encontrar ese timón que hace un tiempo se desprendió del barco en que viajaba. No se si buscarlo y seguir así como hasta ahora, viajando al ayer con las lagrimas y la nostalgia de los momentos vividos o será mejor irme a dormir y despertar en un futuro donde no existe más un para siempre y que solo haya libertad, felicidad y que las palabras se vayan diciendo día a día y cumpliéndolas en el día a día… así al día siguiente no habrá que reprochar ni que llorar.

Agosto 2004

Escrito por R.S.R

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