sábado, 4 de abril de 2009

Relato en un Café

Viendo como la lluvia al caer choca contra los vidrios de los autos y los limpiaparabrisas van y vienen a más no poder. Es ahí que recuerdo de aquella noche donde también todo iba y venia, donde las ganas de estar y de volvernos a encontrar se perdían en ese no que no tuvo retorno….
Y hoy me sentí como los limpiaparabrisas en los días lluviosos que solo funcionan cuando llueve y vuelve a ir y venir, empañando una y otra vez los vidrios cuando no encuentran como secar esas lluvias que caen en mí pero en forma de lágrimas cuando estas lejos, distante y sin saber si algún día me avisaras cuando estés de nuevo por esos lugares…
Hoy te extraño y no se porque, como tampoco se porque te quiero, porque te pienso y sobre todo porque te conocí, va es una forma de decir porque dudo haberte conocido, pero tampoco quiero entender porque aún vuelvo a caer en vos con la misma intensidad que en estos momentos cae la lluvia contra el piso.
Y hoy sentada en alguna esquina con el reloj que va confirmando el paso de las horas y sintiendo ese ruido intermitente de un sábado lluvioso decidí - sin saber porque – pensarte, decidí también extrañarte – aunque cada vez me dificulte más entender que es el extrañar- solo lo decidí, sin saber ni por cuanto tiempo seguiré así.
No importa el cuanto tiempo, lo que importa es el anhelo a que vuelvas en uno de estos días y que me ayudes a descifrar ese algo que hay en vos y que continuamente me busca y que a la vez grita que me vaya acostumbrando a verte de vez en cuando, en aquel momento preciso en que vos decidas hablar, aparecer y extrañar y en ese tiempo en que vos decidas, en ese mientras tanto, yo seguiré por mi camino que día a día voy armando, como también voy armando esos pensamientos que entre mezcla y mezcla se confunden con las caricias no dadas y con aquellos momentos que pudimos estar y no fueron posibles por que siempre alguien había.
Aunque sea ya tarde, hoy, no me importa si están o no, si tenes compañía o no, porque ya no me volverá a importar si alguien sale lastimado, porque quiero volverte a ver. Por eso sé que siempre es tarde cuando no se hace lo que se siente, cuando no se dice lo que se piensa en el momento, cuantas noches compartidas, cuantos encuentros, miradas y sonrisas pasaron en el medio…
Hubo otra noche aparte de esa que nos acordamos, esa la de las charlas entre los goles que se perdían en el humo de un cigarrillo también compartido, esa noche antes de dormirnos te dije que te quería y vos me dijiste también te quiero y me agarraste la mano… y me pregunto? Ahora para que sirve todo eso? Donde guardo? Porque ahora gracias a eso ya no tengo ni siquiera donde ir, por eso seguramente termine en este café y usando eso que dejaste para abrir más preguntas sin respuestas.
R.S.R

2 comentarios:

dijo...

Es raro que el Te, se lleve con el Café, pero lo que importa aca es el relato ;)

muy expresivo, me gusta, buena analogía lo del limpiaparabrisas, muy aplicable a ciertas realidades.

Escribis bien compa! un beso

p/d: no pude evitar que en mi subconciente suene: "celulares celulares...! parabrisa! limpiaparabrisas!"(8) xD

Naiara ~ dijo...

Agos!! muy lindo lo que escribiste!

yme encanto la musicaa ;)

q andes bn

gracias por todo

naiiu =)